lunes, 5 de marzo de 2012

CHICAS DE HARVEY, LAS (“The Harvey Girls”, EE.UU., 1946)





FICHA TÉCNICA  y SINOPSIS:

DIRECCIÓN: George Sidney. INTÉRPRETES PRINCIALES: Judy Garland, John Hodiak, Ray Bolger, Angela Lansbury, Cyd Charisse (doblada en las canciones por Betty Rusell), Preston Foster, Virginia O’Brien. CANCIONES: Johnny Mercery y Harry Warren. COREOGRAFÍA: Robert Alton.
El musical gira en torno a las desventuras románticas de las muchachas de Harvey, camareras empleadas de la cadena de restaurantes Old West Harvey Restaurant.
Ganadora del Oscar a la Mejor canción en 1946 (“On the Atchison, Topeka and the Santa Fe”). Nominada a Mejor banda sonora musical.

BREVE COMENTARIO

Son curiosos los musicales ambientados en el far (and wild) west. No parece que, salvo en los celebrados saloon, omnipresentes en toda película del oeste que se preciara de tal, la música y el baile fueran la base que diera sentido y trama a dicho género cinematográfico.
Sin embargo, este periodo violento -amén de polvoriento- de la historia norteamericana da para todas las variantes. Y el género musical no iba a darle la espalda. Grandes títulos al respecto: “La leyenda de la ciudad sin nombre”, “Oklahoma!”, “La reina del oeste”, “Doris Day en el oeste”,  y un largo etcétera entre el que se encuentra la película de hoy.
Y de nuevo supone un inmenso placer la redacción del comentario acerca de la película por venir protagonizada por Judy Garland, aquí al frente de una serie de jóvenes y pioneras cantineras en el recorrido del tren que unía los estados de Kansas, Colorado y Nuevo México, allá por el último cuarto del siglo XIX.
Como conjunto no es uno de los grandes títulos de la historia del musical americano (George Sidney no era Minnelli, ni Donen, ni Kelly), pero momentos aislados de espectacularidad, vivacidad, musicalidad y ritmo (a cargo, no solo de Judy Garland, pues no olvidemos que también están Angela Lansbury, Cyd Charisse, etc.) la convierten en una película de agradable visionado (y es el cofre en el que se guarda como oro en paño uno de los grandes y representativos temas de Miss Judy,: “On the Atchison, Topeka and Santa Fe”, con justicia ganadora del Oscar a la mejor canción).

CARTELES Y PROGRAMAS DE MANO DE LA PELÍCULA







TRÁILER




PRINCIPALES NÚMEROS MUSICALES

“On the Atchison, Topeka and the Santa Fe”.  El mejor, más conocido y espectacular número de la película. Todo el cast al completo con un final a lo grande con la estrella del film. Si tuviéramos que elegir una escena, está claro que es ésta. ¡Imprescindible! (Y no es este el momento para hablar de ello, pero ¡cuántas grandes películas musicales tienen escenas planteadas en torno a un tren! Darían para un blog dedicado solo a ellas)






“Dancing!” El acrobático y elástico bailarín Ray Bolger, el espantapájaros de “El mago de Oz”, en este formidable tapping a los acordes musicales de la canción anterior.






“The Wild, Wild West”. Virginia O’Brien, actriz y cantante norteamericana, de presencia frecuente, aunque en papeles secundarios, en algunos musicales de la MGM de los años 40, interpreta aquí una divertida composición sobre los valores del “salvaje” oeste.






“March of the Doagies”. Briosa marcha capitaneada por Judy Garland que, bajo la luz de las antorchas, se transforma en una impresionante diosa del fuego.




“It’s a Great Big World”. Judy Garland, acompañada aquí por Virginia O’Brien y Cyd Charisse en este delicado trío con el amor y las esperanzas como base.







“In the Valley Where the Evening Sun Goes Down”. De nuevo un vagón de tren como escenografía de esta canción en solitario de Judy Garland. Para los fans, primerísimos planos de la cantante y actriz.






 “My Intuition”. Escena de amor campestre, algo almibarada tanto musicalmente como en el planteamiento fílmico, con Judy Garland y John Hodiak como protagonistas del dúo amoroso. Eso sí, bonitas panorámicas paisajísticas.





BONUS DE REGALO (Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid)

Esta vez el Pisuerga podría haber recuperado una de las múltiples interpretaciones de Judy Garland, en diferentes shows, de la oscarizada canción.  Pero la divina Judy ha aparecido, aparece y aparecerá en múltiples ocasiones a lo largo de la Enciclopedia (por ejemplo, la semana que viene regresa de nuevo con “Los chicos de Broadway”). Por ello he preferido aprovechar el río para traer a colación esta escena, de “Meet the People” (una película de 1944 que no creo que nunca llegue a aparecer en esta enciclopedia), a cargo de una de las protagonistas del film de hoy, Virginia O’Brien. La película de la que proviene no sé cómo será, pero la escena es una delicia por su candor, su ingenuidad, su decorado naif, su preciosa canción, y la delicada belleza de su intérprete.




lunes, 27 de febrero de 2012

CHICAGO (EE.UU., 2002)


FICHA TÉCNICA  y SINOPSIS:

DIRECCIÓN: Rob Marshall. INTÉRPRETES PRINCIALES: Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger, Richard Gere, Queen Latifah, John C. Reilly. CANCIONES: Fred Ebb y John Kander.
Chicago narra la historia de dos mujeres del mundo del espectáculo que, tras asesinar a sus respectivas parejas, tratan de que su caso judicial sea el centro de atención tanto de la prensa de Chicago como de un prestigioso y apuesto abogado. La promesa de aventura y oportunidad que ofrece la Ciudad de los Vientos deslumbra a Roxie Hart, una inocente y extrovertida cantante que sueña con cantar y bailar para salir de su vida gris. Su sueño es seguir los pasos de oro de Velma Kelly, cantante de vodevil. Roxie consigue que su deseo se haga realidad cuando algunas actitudes equivocadas las hacen aterrizar a ambas, la estrella y la aspirante, en la prisión, a causa de distintos cargos por asesinato.
Ganadora en 2002 de seis premios: Película, Actriz de reparto (Catherine Zeta-Jones), Diseño de vestuario, Dirección artística, Montaje y Sonido (nominada en otras siete categorías: Director, Actriz –Renée Zellweger-, Actriz de reparto – Queen Latifah-, Actor de reparto – John C. Reilly-, Guión adaptado, Canción – “I Move On”-, y Fotografía)

BREVE COMENTARIO

Estrenado en Broadway a mediados de 1975, bajo la dirección y la coreografía del gran Bob Fosse, y con Chita Rivera y Gwen Verdon como principales intérpretes, el musical Chicago representa, tras Cabaret, el segundo gran hito musical surgido de la pareja de compositor y letrista John Kander y Fred Ebb.
El director Rob Marshall afronta el proyecto de trasladar a la gran pantalla un planteamiento escénico complejo del musical original, y sale del empeño airoso, pues consigue mantener las virtudes asincopadas de la fragmentación narrativa del material primigenio, sin perder en ningún momento la fuerza, el dramatismo, el distanciamiento brechtiano y la ironía de sus pasajes. Todo ello gracias también a un espléndido casting, en un principio discutible en un musical pero en el resultado final con pocas fisuras (tal vez Richard Gere para quien les escribe), y un apartado técnico (fotografía, vestuario, dirección artística, montaje, sonido, etc.) de gran categoría y perfección.
Iremos, como siempre, comentando poco a poco los diferentes números musicales conforme vayan apareciendo a continuación. Podría ser objeto de discusión el hecho del alejamiento, por parte del director en algunas escenas, de la coreografía original de Bob Fosse. Pero una cosa sí está clara: la película “Chicago” recupera el ilusionante espíritu de la traslación de importantes títulos de la escena neoyorquina a la gran pantalla. El éxito obtenido por el film dio origen (con mayor o menor acierto) a una revitalización del género cinematográfico (adormecido durante las últimas décadas). Ya sólo por ello la película merece ser colocada en un pedestal. Por ello, y por mucho más, como podremos comprobar.

CARTELES Y PROGRAMAS DE MANO DE LA PELÍCULA




PRINCIPALES NÚMEROS MUSICALES
“All That Jazz” Como señalábamos anteriormente, Bob Marshall, director y coreógrafo de la película, no sigue al pie de la letra la coreografía original de Bob Fosse, lo cual ha dado lugar a, en ocasiones, agrias disputas entre puristas e innovadores. Sin entrar en polémicas estériles, sí cabe decir con toda rotundidad que, a pesar de los aciertos, muchos, y de los errores, algunos (véase escena final), por no sujetarse al esquema “fossiano”, el espíritu del director de Cabaret sobrevuela por toda la película, lo cual es muy de agradecer. Como muestra de esto último, esta deslumbrante secuencia inicial con una sensual Catherine Zeta-Jones desbordando la pantalla al ritmo contagioso del magnífico “All That Jazz” (tema que daría título al cuasi autobiográfico film del llorado coreógrafo)


 “Roxie”. Otro de los puntos en los que se basan los detractores del film reside en el hecho de que Bob Marshall (como haría años más tarde en “Nine”) eligiera unos actores y actrices para los papeles principales que, salvo excepciones (Zeta-Jones en sus inicios profesionales, Queen Latifah como rapera, por ejemplo), no se caracterizaban precisamente por ser unos experimentados cantantes y bailarines. Y además arriesgó mucho en su pretensión de que no fueran doblados en las intervenciones musicales. Renée Zellweger (como más tarde Richard Gere o John C. Reilly) no puede presumir de tener una voz portentosa, ni mucho menos. Pero en números en solitario como el que sigue (y en toda la película, como iremos comprobando), defiende con eficacia y fuerza su papel de chica aspirante al estrellato.



 
“Cell Block Tango”. Desde el punto de vista de la espectacularidad visual y rítmica, tal vez sea ésta la secuencia más impactante de todo el film. Con un planteamiento inicial con claras concomitancias con el famoso Big Spender del musical “Sweet Charity”, el conjunto de esculturales chicas asesinas relatando sus dramáticas acciones al ritmo entrecortado de un maravilloso tango, si ya sobre el escenario se convertía en uno de los momentos coreográficamente más logrados, en la película su riqueza visual se acrecienta con un montaje espectacular y unos decorados carcelarios de gran riqueza plástica. Maravilloso.



“When You're Good to Mama”. La rapera Queen Latifah, en un tema completamente opuesto al registro musical que la caracteriza, se convierte en una extraordinaria “Mama” Morton en este espléndido número en el que la dualidad vida real/distanciamiento escénico, característica de toda la película, adquiere ahora un determinante protagonismo.



“Mister Celophane. Aunque, como invisible celofán, la interpretación de humillado marido de Roxie Hart a cargo de John C. Reilly pudiera pasar a segundo plano ante la potencia y omnipresencia de las protagonistas femeninas, agiganta su figura en este tema con el que, con actitudes gestuales propias del expresionismo del cine mudo, logra que todos consideremos justa su nominación al Oscar como mejor actor en un papel no protagonista. ¡Chapeau por él!  



“Razzle Dazzle” De nuevo una clara muestra de la mezcla Realidad/Representación, esta vez a cargo de Gere y Zellweger.



“I Can’t Do It Alone”. Potente Zeta-Jones en este número. Aunque la letra diga lo contario, por supuesto que podría realizar la actuación ella sola.



 “We Both Reached for the Gun”. Difícil escena que consigue sus propósitos comunicativos gracias a una sincronización perfecta entre titiriteros y títeres, en un montaje fílmico de elevada precisión y con un contundente contenido irónico que le da sentido.



“All I Care About” Me van a permitir que muestre mis reparos a esta escena de Richard Gere. Siendo un momento clave de la obra (la presentación musical del despiadado y cínico personaje) no creo que el error esté en la interpretación del actor (aunque también) sino en un concepto de composición y vestuario del número claramente inadecuados. No es por ser purista per ¿qué pinta un Richard Gere en plan pichi madrileño, con gorrilla y chalequillo, y luego en calzoncillos y camiseta. ¿No había una forma más inteligente de lograr la desmitificación del personaje?



“Funny Honey”. Otro ejemplo del estupendo trabajo de Renée Zellweger, tal vez en exceso deudor,en algunas composiciones plásticas, de momentos icónicos de Marilyn Monroe, sobre todo en el juego con los espejos.



“Nowadays”. Yo hubiera respetado, al menos en este último número, el diseño de vestuario y el planteamiento coreográfico del original escénico, pues la película no consigue superarlos (ni siquiera se acerca). Y eso, como broche final y cierre, puede ser un delito grave pues es el momento que retendrán la retina y la memoria al salir del cine. Pero, claro, yo no me llamo Bob Marshall, ni falta que me hace.



BONUS DE REGALO (Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid)

“All That Jazz”, junto con “Cabaret” y “New York, New York”, forma la triada de canciones cumbres de Kander y Ebb, al menos en lo que a fama popular se refiere. El Pisuerga presenta dos muestras interpretativas de “All That Jazz”. La primera pertenece a la versión original escénica del musical, de 1975, a cargo de la sin par Chita Rivera y de la magnífica Gwen Verdon (dirigidas y coreografiadas, lógicamente, por Bob Fosse). Por favor, no hagan comparaciones, pues Zeta-Jones y Zellweger saldrían perdiendo. Y no sería justo, pues el cine y el teatro, aunque partan de la misma base, son géneros distintos y cada uno tiene sus requisitos y peculiaridades. No comparen: ¡disfruten!



El mismo tema, esta vez bajo la interpretación de la cantante alemana Ute Lemper para la producción londinense del musical de 1998. Otra brillante manera de enfocarlo.


lunes, 20 de febrero de 2012

CAROUSEL (EE.UU., 1956)



FICHA TÉCNICA  y SINOPSIS:
DIRECCIÓN: Henry King. INTÉRPRETES PRINCIALES: Gordon MacRae, Shirley Jones, Cameron Mitchell. CANCIONES: Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II. COREOGRAFÍA: Rod Alexander.
Billy Bigelow, empleado de mala reputación en el carrusel de una feria, enamora a una chica ingenua que cae rendida ante sus encantos, y se casa con ella. Despedido de su trabajo, vive a partir de entonces a costa de la familia de su mujer. Sin oficio ni beneficio, y a pesar de conocer que va a ser padre, intenta con un amigo atracar al dueño de una fábrica en la que trabajó su mujer, y muere durante el atraco. Años más tarde, le es concedido el privilegio de poder regresar al mundo de los vivos para entregarle a la hija que no conoció una estrella como símbolo de la fe en uno mismo.

BREVE COMENTARIO
Estrenada en Broadway en 1945, tendrían que pasar once años antes de que fuera llevada a la gran pantalla. A pesar de ser una comedia musical con inspiradísimos temas surgidos de la mano de los creadores de éxitos tales como “Oklahoma”, “Sonrisas y lágrimas”, “El rey y yo”, etc., “Carousel” no cosechó semejante éxito ni en su original teatral ni en su traslación al cine. Los motivos de este relativo fracaso podrían ser varios, y la discusión sobre los mismos excede el espacio del presente comentario. Sólo apuntar como posibles causas el hecho de tener un argumento con unas discutibles dosis de fantasía fantasmal y/o angelical, poco apropiadas para un musical; o, centrándonos ya en la película en sí, demasiados momentos en que, a pesar de contar con un tema musical espléndido, la representación de la escena es en exceso plana y quieta; o tal vez un inapropiado casting para los intérpretes principales (quizá Frank Sinatra, para quien estaba en un principio destinado el papel, le hubiera dado a Bigelow ese tono canalla a la par que tierno que un actor de recursos limitados, aunque gran voz, como Gordon MacRae no podía transmitir). Y Shirley Jones, a pesar de ser una agradable y bella actriz, resultaba en exceso dulce y acaramelada. Dejo en el viento, cual Bob Dylan, la respuesta, pero de lo que no cabe duda es de que la película tiene escenas impresionantes (que iremos comentando a continuación) y un conjunto de canciones de las más logradas de toda la ya de por sí excelsa carrera del tándem Rodgers y Hammerstein.

CARTELES Y PROGRAMAS DE MANO DE LA PELÍCULA




PRINCIPALES NÚMEROS MUSICALES

”You’ll Never Walk Alone”. Algunas composiciones de la historia del teatro y del cine musicales tienen el privilegio de convertirse, fuera del ámbito para el que fueron creadas, en himnos, y adquirir así una trascendencia superior (como, por ejemplo, el “I Am What I Am” de La cage Aux Folles; el “Old Man River” de Showboat, etc.) Este es uno de esos merecidísimos casos. Emocionante, como todo himno que se precie.



“Soliloquy”. Uno de los mejores números musicales de la obra, si no el mejor. De lo que no cabe duda es de que podría ser considerado el más arriesgado de todos: alrededor de siete minutos (según las versiones) de monólogo musical, sin más ayuda para impresionar al espectador que la voz y la presencia escénica. Número no apto, por su dificultad intrínseca, para cualquier cantante, pero que en el film Gordon MacRae defiende primorosamente, arropado por un paisaje de costa, con fuerte oleaje batiendo contra las rocas, que acentúa los efectos dramáticos de la composición.



 “If I Loved You”. Hay muchos estudiosos de la obra de Rodgers y Hammerstein que consideran este dúo una de sus más bellas y emotivas baladas de amor. Comparto y suscribo la opinión, pero pienso que la filmación del número peca de excesivo respeto y seguimiento del planteamiento teatral, lo que (a pesar de la belleza plástica) la hace plana y estática.



“June is Bustin’ Out All Over”. En esta ocasión, con el rítmico y pegadizo homenaje al mes de junio, la producción tira la casa por la ventana y nos encontramos con tal vez la escena más espectacular de todo el film (coros y bailarines entrecruzan la melodía con un bellísimo mar azul plagado de barcos). Imprescindible su visionado para todos los que nos consideramos marineros en tierra.



“When the Children Are Asleep”. Y si nos hemos quedado con ganas de más escenas marineras, aquí tenemos otro momento magnífico, sobre todo en lo que se refiere a la proliferación de bellísimos barcos de vela.



“A Real Nice Clambake”. De tono parisino en lo que a la base musical se refiere (¿formaría parte la melodía de algún proyecto frustrado de ambiente francés?), la escena sigue las pautas del resto del film, con sus aciertos y sus errores.



 “Mister Snow”. Preciosa melodía, muy propia del estilo de los autores, pero de nuevo con el estatismo fílmico que hemos comentado en anteriores escenas y que, como señalábamos en el comentario inicial, podría ser una de las causas del relativo fracaso, en lo que a público se refiere, de la película.



BONUS DE REGALO (Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid)

Como hemos señalado con anterioridad, “You’ll Never Walk Alone” tiene el privilegio de dar el salto del musical del que surge a la categoría de un himno que transmite, como en este caso, conceptos como Unión, Esperanza, Esfuerzo, Fe, etc., conceptos todos muy del agrado del pueblo americano. Traemos al Pisuerga la espléndida versión que de dicho tema realizó Barbra Streisand en un concierto homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de Septiembre de 2001. Imposible no emocionarse.



También grandes intérpretes del mundo de la ópera versionaron y adaptaron a sus voces dicho tema. Como muestra, esta actuación de Kiri Te Kanawa.



Y ya que estamos inmersos en una oleada de buenos sentimientos, un regalito para mi amiga Conso. Aunque se ve regulín (¡estos piratas ya podían enfocar mejor!), aquí tienes, Conso querida, a tu Hugh Jackman del alma en el soliloquio de “Carousel”, en una representación en concierto de la obra ofrecida en el Carnegie Hall de NYC en el 2002. ¡Que lo disfrutes! ¡Todo tuyo!


domingo, 12 de febrero de 2012

CASA MÁS DIVERTIDA DE TEXAS, LA (“The Best Little Whorehouse in Texas”, EE.UU., 1982)


FICHA TÉCNICA  y SINOPSIS
DIRECCIÓN: Colin Higgins. INTÉRPRETES PRINCIALES: Dolly Parton, Burt Reynolds, Dorn Deluise, Charles Durning. CANCIONES: Carol Hall, Dolly Parton. COREOGRAFÍA: Tony Stevens.
El burdel más famoso y visitado de Texas corre peligro. Fundado en 1910, ha venido prestando sus imprescindibles servicios a cuatro generaciones de tejanos. Pero un presentador de televisión se ha empeñado en cerrarlo por inmoral. En medio de la batalla se encuentra el sheriff del pueblo. Sus habitantes quieren mantener abierto el local y él es el novio de Mona, la actual propietaria del negocio.
1983: nominada al Oscar al mejor actor secundario: Charles Durning.

BREVE COMENTARIO

Después de escalar altas montañas (Cabaret, Cantando bajo la lluvia, Una cara con ángel, etc.) y antes de emprender nuevas alturas (Carousel, Chicago, Chitty Chitty Bang Bang, Chorus Line, etc.), no viene mal un descansito reponedor en esta peliculita entretenidilla, adaptación de un musical de Broadway de 1978, con tonos picarones a la par que divertidos, y con una exuberante (en todos los sentidos del adjetivo) Dolly Parton, acompañada del bigotudo sex-symbol de los 70 Burt Reynolds. Los temas musicales son buenos y resultones, de estilo country, extraídos del original teatral, más algunos nuevos firmados por la propia Dolly Parton.

CARTELES Y PROGRAMAS DE MANO DE LA PELÍCULA



PRINCIPALES NÚMEROS MUSICALES

“Little Bitty Pissant Country Place”. Dolly Parton y su muestrario de “chicas” en un tema de claros ritmos country.



“Aggies Song”. Si antes eran las “girls” las encargadas de mostrar sus “encantos”, ahora son un grupo de “boys”, miembros de un equipo de fútbol americano, los que lucen en todo su "esplendor". El mejor número, desde el punto de vista coreográfico, de todo el film (con origen en la producción teatral).



“I Will Always Love You”. Una de las curiosidades de la película, y que tal vez muchos no sepan, es que supuso la presentación en sociedad de una canción que, años más tarde, en 1992, sería inmensamente popular en la voz de Whitney Houston. Es un tema de la propia Dolly Parton. Escúchenlo y compárenlo luego con la versión de la Houston (en el Pisuerga). La elección está en vuestras manos.



“Hard Candy Chritsmas”. Bonito tema del original teatral, que demuestra que las chicas del oficio más antiguo del mundo también tienen su corazoncito. Máxime si estamos en Navidad.



“Thanksgiving Party”. Otro número de factura coreográfica inspirada, y pegadiza y rítmica composición musical. Alegre y divertido.



“Sneakin’ Around”. Para amantes de los rasgos sensuales y/o eróticos de algunos de los dos protagonistas principales, este simpático dúo de amor.



BONUS DE REGALO (Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid)

Para poder comparar, nada mejor que ofrecer ahora, en este apartado fluvial, la interpretación del tema “I Always Love You” en la voz de Whitney Houston extraída del propio film “The Boyguard” (“El guardaespaldas”), con Kevin Cotsner (de Jesús) como telón de fondo.



(Por casualidades de la vida , en este día de hoy en el que publicamos en el blog la referencia a esta película, nos llega la noticia de la muerte, a los 48 años, de Whitney Houston. Que sirva de pequeño homenaje esta entrada a una magnífica voz cuya dueña no supo sobrellevar las mieles del éxito)

lunes, 6 de febrero de 2012

CARA CON ÁNGEL, UNA (“Funny Face”, EE.UU., 1957)

FICHA TÉCNICA  y SINOPSIS:
DIRECCIÓN: Stanley Donen. INTÉRPRETES PRINCIALES: Fred Astaire, Audrey Hepburn, Kay Thompson, Rita Lee. CANCIONES: George e Ira Gershwin, Roger Edens. COREOGRAFÍA: Eugene Loring.
El fotógrafo de una importante y conocida revista de moda busca una modelo que se salga de lo habitual. La casualidad lo lleva a una librería de Brooklyn  donde, inesperadamente, descubre a una joven y tímida dependienta que reúne todas las cualidades que buscaba. Decide, entonces, convertirla en la mejor modelo de París

BREVE COMENTARIO
En este comentario vamos a ahorrar palabras que refieran las dotes de Fred Astaire (ya llevamos suficientes entradas en el presente blog señalando sus habilidades). Tampoco vamos a referirnos al magnético encanto de Audrey Hepburn, actriz tocada por una varita mágica que la hizo única e irrepetible, pues todo el mundo conoce de sobra dichas cualidades. Vamos a aprovechar la ocasión que nos brinda este apartado inicial para reivindicar la polifacética figura de Kay Thompson (escritora, compositora, actriz, cantante), amiga íntima de Judy Garland y madrina de su hija Liza, mujer excepcional donde las haya pero a la que Hollywood, por razones que exceden este espacio, dio la espalda, perdiéndose con ello la posibilidad de haber contado con la que hubiera sido una de las grandes figuras del cine musical. La película de hoy es maravillosa (Stanley Donen dirigiendo, los hermanos Gershwin en la composición musical, los ya referidos Astaire y Hepburn, la fotografía del genial Richard Avedon, y el vestuario del famoso Givenchy), pero por encima de todos sobresale “la Thompson”, eclipsando en sus apariciones todos los grandes nombres señalados anteriormente. Vean la película (si no la conocen) y caigan en su hechizo. Es una buena manera de recordarla.
1957: 4 nominaciones al Oscar: Mejor guión original, fotografía, dirección artística y vestuario.

CARTELES Y PROGRAMAS DE MANO DE LA PELÍCULA





TÍTULOS DE CRÉDITO.

En esta ocasión, en lugar del tráiler vamos a colocar los títulos de crédito, pues es alta su calidad icónica. Siguiendo los dictados estéticos y fotográficos de Richard Avedon, ya los títulos de crédito nos sumergen en un mundo mágico, propio de los cánones que regían en el mundo del diseño y de la alta costura en los años 50. Tienen ya más de cincuenta años, pero no pueden ser más modernos.



PRINCIPALES NÚMEROS MUSICALES

“Think Pink”. La primera en la frente. Un comienzo así, con la espectacular Kate Thompson tiñendo el mundo de rosa, -tras haber gozado el espectador de los títulos de crédito, y casi sin respiro-, hace de la película uno de los grandes clásicos del cine musical. No se puede empezar mejor. Otra muestra del genio de Richard Avedon.



“How Long Has This Been Going On?” Deliciosa interpretación de este bellísimo tema de George e Ira Gershwin. Audrey Hepburn no era una gran cantante (de hecho, en “My Fair Lady” fue doblada por Marni Nixon), pero su buen gusto a la hora de afrontar el tema, su cadencia vocal, su ternura interpretativa y su ausencia de impostura, le confieren a su interpretación tal toque de modernidad que consigue que el paso del tiempo, en vez de restarle valor, como a otras grandes cantantes del cine musical (por ejemplo, Jeanette MacDonald o Diana Durbin), se lo ha acrecentado.



 “On How To Be Lovely”. Por esa fea costumbre de las empresas distribuidoras de película en la España de finales de los 50 y años 60, según la cual, pensando que al público español no le gustaba el género musical americano, se cortaban algunos números musicales (la primera vez que vi “West Side Story” le faltaban varios), a la película de hoy le fue arrebatado en su estreno este magnífico dúo de Kay Thompson y Audrey Hepburn. Geniales las dos.



“Bonjour, Paris”. Los tres intérpretes principales, a tres bandas, recorren los lugares emblemáticos de la capital del Sena bajo los pegadizos acordes de este animoso tema de Roger Edens (compositor de la comedia teatral original, “Wedding Day”, en la que se inspira tangencialmente la película)



“Dancing”. Las cavas parisinas del existencialismo en la década de los 50, oscuras, profundas, llenas de humo, a la espera de que por sus escaleras descienda un Jean Paul Sastre que ilumine con su labia los oscuros meandros de la vida mientras una siempre enlutada Juliette Greco acompaña con sus dolientes canciones el trascendental momento. Léase todo lo anterior en clave paródica y podremos encontrarnos envueltos en la humareda, siguiendo con los ojos los “vanguardistas” movimientos de una Audrey Hepburn convertida al “enfaticalismo” (¡no olviden este concepto “filosófico”: es muy útil para emplearlo en determinados momentos de la vida. Vean la película y sabrán por qué se lo digo y cuándo usarlo)



“I Love Your Funny Face”. Arriesgada propuesta escénica, dúo de amor basado en el tema que da título al film (y que ya habíamos escuchado en los títulos de crédito). Arriesgada por estar filmada en la cámara oscura de un fotógrafo, con una iluminación ad hoc centrada en el rojo como base del conjunto. Y riesgo superado con creces.



“Clap your hands”. Ahora son Fred Astaire y Kay Thompson quienes se enfrentan al “enfaticalismo” con ritmo apabullante y coreografía deslumbrante. Ella, como venimos señalando, se come la escena.



“Let’s Kiss and Make Up”. Pero “nobody is perfect” (que diría Jack Lemmon). Este número, en cualquier otra película, hubiera sido magnífico, por su agilidad, dificultad y perfección coreográfica. Pero aquí peca de excesivo e, incluso, de poco adecuado. Porque, ¿qué pinta en París un baile cuyos momentos álgidos se conciben planteando la figura de un torero typical spanish? Pues eso, inenarrable.



“He Loves And She Loves”. Me da pena terminar el análisis de tan espléndida película con lo que considero su mancha más grave: el número de los cisnes idílicos, la veladura fotográfica y el vestido de novia. Más cursi y empalagoso, imposible. Y es una pena por varias razones: culmina un maravilloso desfile de trajes de Givenchy (a cual más espectacular); el tema musical de los Gershwin es bellísimo; su tratamiento compositivo y coreográfico no se corresponde en nada con el resto de la película; y, para colmo, el film se cierra (y no destripo nada) con una repetición de la escena, con lo que el sabor que queda tras el The End es de exceso de almíbar. ¿De quién fue la idea? Es tarde para buscar culpables.



BONUS DE REGALO (Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid)
Hoy el Pisuerga quiere también unirse al homenaje a Kay Thompson. Despreciada por Hollywood, ha sido difícil lograr imágenes de ella en actuaciones musicales. En el siguiente clip, Kay Thompson canta, baila y toca el piano en diferentes extractos situados entre finales de los años 30 y principios de los 50.


En 2009, Liza Minnelli homenajeó en Broadway a su madrina Kay Thompson en el espectáculo “Liza’s at the Palace”, interpretando canciones de ella en su segunda parte. Aquí podemos escucharla en el tema “I Love a Violin” que hemos podido disfrutar en la voz de la misma Thompson al final del clip anterior. Este espectáculo (o al menos sus aspectos básicos) pudo ser visto en Madrid y en San Sebastián en 2007 y 2008 respectivamente.